quédate conmigo;

no me dejes solo,

siéntate a mi lado,

quiero que estés cerca

y cojas mi mano.

Quiero recordar

mi vida contigo,

las horas más dulces

que tu y yo vivimos.

No puedo aunque quiera,

tapar mi emoción,

la que ahora me invade

como una obsesión.

¡ Quien tiñó mi vida,

que solo soy sombra

de juventud huída !.

¡ Quien aguó mi sangre,

que ahora ya no siento

calor, ni sed, ni hambre !.

Cuando me despida

y abras la ventana,

me absorberá el aire

con todas sus ganas.

Para entonces quiero

que estés tan serena,

como aquella noche

en la que te amé

yo, por vez primera.

Te llevo conmigo

aunque tu te quedas,

porque a dónde yo voy

no entra gente buena,

sana ni mozuela.

Autor: ©José Manuel Rodríguez